jueves, 9 de abril de 2020

Una Semana Santa 2020 de confinamiento




Arnau Galmés del Celler Galmés i Ferrer de Petra y Françes Vicens -Rector de Pollença- en 2019  


Hola amigos, durante 12 años en la Semana Santa he presentado a los oyentes de El MOn del Vi de Radio Pollença  los vinos que se usan en diferentes religiones Cristiana , Ortodoxa y Judíos creyentes, precisamente en este miércoles Santo 15 estaba programado un vino Khoser ( Judíos practicantes ) pero como todos sabemos en el confinamiento tenemos que estar en casa y se suspendieron todos los programas, pero quiero recordar en estas fechas  los programas dedicados a conocer estos vinos tan especiales.

El vino era  la  Flor de Primavera  ( Peraj Ha'Abib  )  de la cooperativa  Capçanes  de Mont  Sant  pero tendremos que esperar el próximo año.

Celler Capçanes elabora su vino Kosher desde 1995, reconocido hoy como uno de los mejores en todo el mundo. Un tinto de gran calidad ya de por si, cuyo proceso de elaboración se lleva a cabo bajo la estricta supervisión de un rabino de la comunidad judía de Barcelona. Khoser (puro)   ya que nadie más puede intervenir en el proceso, los tratamientos son ecológicos y como norma judía no trabajan los sábados, sus botellas tienen que ser siempre nuevas y  de la producción un 5% se da a los más necesitado el resto se exporta a todo el Mundo, es un vino especial para el día  Pascua que después de una pequeña ceremonia con canto incluido, el Rabino  ( sólo él está autorizado a abrirlas ) va repartiendo en las copas de los asistentes…… según la tradición…



De la religión cristiana han sido más númerosos los presentados con la presencia de nuestro Rector Françés  Vicens  que ha aportado en cada programa una información muy detallada.

En este mismo blog se pueden encontrar los programas de los vinos religiosos entre otros........

Muller  ( Tarragona)   1 Junio 2011  El vino de los Obispos

Carmelitano 25  Binicassin  Marzo 2016

San Leandro  Turís Valencia  5 Abril 2017 Se sirvió en la Misa Papal en su visita a Valencia

Bodega Moneva  Almonacit de la tierra   ( Zaragoza ) Vino de Consagrar  28 de Marzo 2018 ( se sirve en las Misas del Pilar )

Galmés i Ferrer ( Petra ) Elabora Vino de Misa hace 50 años 17 Abril 2019 ( al pie de foto )


“Tomad y bebed todos de Él, porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en memoria mía”, dijo Jesús el día de la Última Cena.

 Y sus acompañantes, los 12 apóstoles, comieron el pan y bebieron el vino. Entonces quedó instituida la Eucaristía, pues ordenó a sus discípulos celebrar esta ceremonia hasta su retorno. A partir de ese momento el vino adquirió una importancia religiosa. Y la imagen colectiva de esta bebida de consagrar es la del vino tinto, rojo, como la sangre del Mesías. Pero, en realidad, no es requisito que sea rojo, ya que desde hace mucho tiempo se instauró el vino blanco.

En el Código de Derecho Canónico solo se especifica una única condición para el vino de consagrar. Su canon 924 dice así: “El vino debe ser natural, del fruto de la vid, y no corrompido. No se puede agregar ningún aditivo ni preservante”. Y todo lo demás —grado de alcohol, tipo de vino, sabor del mismo— depende del gusto de los obispos de cada país.

En el momento de la consagración, el dogma (del griego δόγμα: «doctrina» o «precepto») católico afirma que el vino de misa se convierte realmente en sangre. A este fenómeno se le llama la transubstanciación (transformación de una substancia, el vino, en otra, la sangre de Cristo, perdurando los accidentes del vino: su color, forma, cantidad, gusto, olor...).

"El vino para la celebración eucarística debe ser “del producto de la vid” (Cf. Lc 22, 18), natural y puro, es decir, no mezclado con sustancias extrañas." (Instrucción General del Misal Romano, 322) Habitualmente, llevan en su etiqueta la leyenda "Apto para la Santa Misa". En caso de urgencia, puede ser utilizado otro vino, siempre que sea de buena calidad, lo que expresa la dignidad que tiene el culto litúrgico.

En las antiguas civilizaciones de sumerios, hititas, persas, babilonios, judíos, egipcios y griegos, el fruto de la vid era recibido, en algún momento de su historia, como un regalo de los dioses.
En Egipto, hace cinco mil años, la revelación del proceso de elaboración del vino se atribuía a Osiris.
La primera referencia bíblica al vino se encuentra en Noé, en el Antiguo Testamento. Tras escapar con una pareja de cada animal del diluvio universal, plantó una viña con cuyos frutos hizo vino, del que bebió hasta emborracharse.

En la India se alimentaba a los espíritus de los muertos con arroz, uvas y leche. En el budismo, cuando se produce un nacimiento se lleva a cabo una ceremonia de purificación denominada pangsai, en la que se ofrece a la madre como regalo, además de cintas con oraciones, vino y té.
También los aínos, una raza blanca que pobló Japón y Siberia, adoraban a su dios Fuyi, “el fuego sagrado”, con vino.

En el Corán se prohíbe esta bebida; sin embargo, es otorgado con generosidad en el Paraíso, donde los elegidos podrán disfrutar de “ríos de vino, una delicia para los bebedores (…) y rondará sobre ellos una copa de plata, y vasos como botellas”

Quedaos en casa y disfrutad de los buenos vinos guardados en buena compañía...una estupenda ocasión




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