Arnau Galmés del Celler Galmés i Ferrer de Petra y Françes Vicens -Rector de Pollença- en 2019
Hola amigos, durante 12 años en la Semana Santa he
presentado a los oyentes de El MOn del Vi de Radio Pollença los vinos que se usan en diferentes
religiones Cristiana , Ortodoxa y Judíos creyentes, precisamente en este
miércoles Santo 15 estaba programado un vino Khoser ( Judíos practicantes ) pero
como todos sabemos en el confinamiento tenemos que estar en casa y se
suspendieron todos los programas, pero quiero recordar en estas fechas los programas dedicados a conocer estos vinos tan especiales.
El vino era la Flor
de Primavera ( Peraj Ha'Abib ) de la cooperativa Capçanes de Mont Sant pero tendremos que esperar el próximo año.
Celler Capçanes elabora su vino Kosher desde 1995,
reconocido hoy como uno de los mejores en todo el mundo. Un tinto de gran
calidad ya de por si, cuyo proceso de elaboración se lleva a cabo bajo la
estricta supervisión de un rabino de la comunidad judía de Barcelona. Khoser (puro) ya que nadie más puede
intervenir en el proceso, los tratamientos son ecológicos y como norma judía no trabajan los sábados, sus botellas tienen que ser siempre nuevas y de la producción un 5% se da a los más
necesitado el resto se exporta a todo el Mundo, es un vino especial para el día
Pascua que después de una pequeña ceremonia
con canto incluido, el Rabino ( sólo él
está autorizado a abrirlas ) va repartiendo en las copas de los asistentes……
según la tradición…
De la religión cristiana han sido más númerosos los
presentados con la presencia de nuestro Rector Françés Vicens que ha aportado en cada programa una
información muy detallada.
En este mismo blog se pueden encontrar los programas de los
vinos religiosos entre otros........
Muller ( Tarragona) 1 Junio 2011 El vino de los Obispos
Carmelitano 25 Binicassin Marzo 2016
San Leandro Turís Valencia
5 Abril 2017 Se sirvió en la Misa Papal
en su visita a Valencia
Bodega Moneva Almonacit
de la tierra ( Zaragoza ) Vino de
Consagrar 28 de Marzo 2018 ( se sirve en
las Misas del Pilar )
Galmés i Ferrer ( Petra ) Elabora Vino de Misa hace 50 años
17 Abril 2019 ( al pie de foto )
“Tomad y bebed todos de Él, porque este es el cáliz de mi
sangre, sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y
por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en memoria
mía”, dijo Jesús el día de la Última Cena.
Y
sus acompañantes, los 12 apóstoles, comieron el pan y bebieron el vino.
Entonces quedó instituida la Eucaristía, pues ordenó a sus discípulos celebrar
esta ceremonia hasta su retorno. A partir de ese momento el vino adquirió una
importancia religiosa. Y la imagen colectiva de esta bebida de consagrar es la
del vino tinto, rojo, como la sangre del Mesías. Pero, en realidad, no es
requisito que sea rojo, ya que desde hace mucho tiempo se instauró el vino
blanco.
En el Código de Derecho Canónico solo se especifica una
única condición para el vino de consagrar. Su canon 924 dice así: “El vino debe
ser natural, del fruto de la vid, y no corrompido. No se puede agregar ningún
aditivo ni preservante”. Y todo lo demás —grado de alcohol, tipo de vino, sabor
del mismo— depende del gusto de los obispos de cada país.
En el momento de la consagración, el dogma (del griego δόγμα: «doctrina» o «precepto»)
católico afirma que el vino de misa se convierte realmente en sangre. A este
fenómeno se le llama la transubstanciación (transformación
de una substancia, el vino, en otra, la sangre de Cristo, perdurando los accidentes
del vino: su color, forma, cantidad, gusto, olor...).
"El vino para la celebración eucarística debe ser “del
producto de la vid” (Cf. Lc 22, 18), natural y puro, es decir, no mezclado con
sustancias extrañas." (Instrucción General del Misal Romano, 322) Habitualmente, llevan en
su etiqueta la leyenda "Apto para la Santa Misa". En caso de
urgencia, puede ser utilizado otro vino, siempre que sea de buena calidad, lo
que expresa la dignidad que tiene el culto litúrgico.
En las antiguas civilizaciones de sumerios, hititas, persas,
babilonios, judíos, egipcios y griegos, el fruto de la vid era recibido, en
algún momento de su historia, como un regalo de los dioses.
En Egipto, hace cinco mil años, la revelación del proceso de
elaboración del vino se atribuía a Osiris.
La primera referencia bíblica al vino se encuentra en Noé,
en el Antiguo Testamento. Tras escapar con una pareja de cada animal del
diluvio universal, plantó una viña con cuyos frutos hizo vino, del que bebió
hasta emborracharse.
En la India se alimentaba a los espíritus de los muertos con
arroz, uvas y leche. En el budismo, cuando se produce un nacimiento se lleva a
cabo una ceremonia de purificación denominada pangsai, en la que se ofrece a la
madre como regalo, además de cintas con oraciones, vino y té.
También los aínos, una raza blanca que pobló Japón y
Siberia, adoraban a su dios Fuyi, “el fuego sagrado”, con vino.
En el Corán se prohíbe esta bebida; sin embargo, es otorgado
con generosidad en el Paraíso, donde los elegidos podrán disfrutar de “ríos de
vino, una delicia para los bebedores (…) y rondará sobre ellos una copa de
plata, y vasos como botellas”
Quedaos en casa y disfrutad de los buenos vinos guardados en buena compañía...una estupenda ocasión
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